Durante varias semanas abría el buzón con la ilusión de encontrar una nueva carta de un camping con pegatina en su interior... así iba recuperando aquellos adhesivos que mi padre había ido recopilando durante todo aquel tiempo en su cuaderno de viaje, y que también se perdieron. Forman parte del diseño de las guardas.
El album tiene tres partes; El retrato, los viajeros y el viaje. En ellas se combinan ilustraciones elaboradas con técnicas tradicionales sobre papel, collage, imágen digital, y fotografías.
A la hora de plantearme cuál sería el mejor retrato que podía hacer de la caravana..no puedo quedarme con uno.. además del "objeto" que representa, su forma...
Caravana contenedor
...me pregunto si es también el verde que la rodea, la arena o asfalto que pisa, los caminos que recorre, los lugares a los que llega o las personas que contiene ¿..? Incluyo el negro que cada noche la envuelve y tantos sueños o grandes ideas que en ella han germinado..
El camino cambia, se transforma. Aparece y desaparece. Se hace suave o más agresivo. Es fértil y a ratos árido...Hay veces que incluso parece que está vivo.
Hay cosas en la caravana que nunca faltan, algunas guardadas en armarios secretos...
uno de los mejores momentos del día, otra de las cosas que nunca faltan y que también me ayuda a dibujar su retrato. Con la vajilla roja, las tostadas, la leche caliente, la mermelada, el aceite, la mantequilla y las galletas....y sin falta, por supuesto, la parleta. Mientras amanece...
La segunda parte está dedicada a los viajeros, pues sin ellos no hay viaje. Cada uno ha rellenado su ficha ilustrada hablando de su experiencia, donde deja un cachito de su propio retrato.
La tercera parte habla del viaje. Recortes de ánecdotas, recuerdos, y algunas constantes que nos acompañan cuando rodamos..una de ellas, la improvisación.
Otra de las cosas peculiares es que siempre se conoce gente diferente, con la que terminas hablando en ocasiones, sin ayuda de las palabras..
Y verde mucho verde...y en él...otros habitantes...
Un día pesqué un rodaballo. No lo supe, hasta que llegó a la orilla. Nadaba camuflado en la arena. Aquella noche lo cenamos a la plancha con un poquito de limón..
Cuando eres pequeño y se sale a visitar una ciudad o un lugar frecuentado por personas, si se pone a llover, puede que lo único que veas sean piernas, botas, o zapatos.
Pero la lluvia trae también muy buenos ratos. La cama de mis padres se transformaba en mesa, se abría el armario de los juegos... y se sucedían las divertidas partidas de cartas.
Pensé que aquel día gris el fuego se lo había llevado todo... Después me dí cuenta de que aquella silueta de ceniza en el suelo, aquel montón de grises diferentes...era eso, allí seguía ella, se acababa de transformar..¡en un dibujo! Este fue el principio de esta historia... la de la pequeña casa móvil que llevó a sus cinco viajeros a tantos lugares mágicos, la que nos ha hecho ser de estas maneras, la que nos ha hecho buscar como buscamos, la historia que, como digo, no ha hecho más que empezar... un nuevo viaje.
A Margarita y Ernesto, mis padres.
A Margarita y Ernesto, mis padres.